El Ébola de Pasarela: Antes muertos que sinceros

Ale, otro caso negativo de Ébola que nos quitamos de encima, plis-plas. Así es como hacemos las cosas en España; con discreción y elegancia. Y velitas a la virgen, por supuesto. Ahora seguro que vendrán los malpensados de siempre a intentar confundirnos con protocolos y mierdas de esas, pero nosotros firmes, sin entrar al trapo, ni caso a las acusaciones de que sólo estamos teniendo una suerte de talla XXXXL. ¿Suerte? ¿Es que no se han enterado de que tenemos incluso un «laboratorio satélite» para analizar la muestras? ¡Y con presión negativa! Vale, de acuerdo, en toda España no hay un solo laboratorio cualificado para tratar con patógenos de nivel 4, nuestros técnicos no llevan traje de esos con trompa detrás para el aire y todo eso, pero, ¿desde cuándo importa más la seguridad que la elegancia? Lo importante es que los trajes se lleven con tacones y no te hagan gordo; lo importante es la percha, coño. El hecho de que no haya fotos del laboratorio no se debe a su inseguridad, malpensados, sino a que todavía no hemos terminado de decidir las cortinas. Antes muertos que sencillos. ¿Desde cuándo importa más la seguridad o la transparencia informativa que el estilo y la clase? Tendríais que ver sus pipetas de cristal de Bohemia con incrustaciones de diamante; hacen casi imposible la medición fiable, pero, si hay que elegir entre precisión y clase, nosotros lo tenemos claro. Y los reactivos, que lo sepáis, vienen directamente de la mejor perfumería. Es más, carajo, si no lo digo reviento; se llama laboratorio de presión negativa porque nuestros técnicos trabajan sin que nadie les meta la menor presión con chorradas de protocolos ni trajes horrendos con tubos anti-estéticos, trabajan en traje de fiesta o en bañador, sin normas angustiosas, y les hemos puesto en la entrada una graciosa cortinilla de cuentas de vidrio en lugar de esas frías y laboriosas exclusas que tanto estresan. Se nos podrá acusar de muchas cosas, incluso de arriesgar las vidas de los trabajadores y de la población en general, pero no de presionar a los profesionales con aburridos protocolos y normativas europeas. Evidentemente, todo esto tiene un coste, no es gratis, por eso ellos cobran una mierda y son cada vez menos, que la magia no existe. Pero alivia saber que los directivos somos cada vez más y ganamos toda la pasta que ellos pierden, ¿no? Es positivo saber que no se reduce el gasto en Sanidad aunque para ello los directivos y altos cargos tengamos que ceder espacio en nuestras cuentas personales para su almacenamiento. Al fin y al cabo, somos nosotros los que tomamos todas las deciosiones difíciles sobre el color de las paredes, somos nosotros los que ignoramos el consejo y las advertencias de los profesionales en tediosas reuniones que nos ponen los nervios de punta durante al menos varios minutos, somos nosotros los que tenemos que aguantar los lloriqueos de los trabajadores despedidos para poder invertir más en infraestructuras esenciales sin trabajadores, somos nosotros los que soportamos el absoluto horror que supone el diseño de los pijamas de nuestros profesionales, como si no hubiera grandes diseñadores de ropa en este país capaces de hacer algo más elegante aunque sea menos cómodo, somos nosotros los que luego tenemos que irnos a casa y mirar a nuestros hijos sabiendo que les estamos poniendo en peligro y dejando sin Sanidad Pública… No hay sueldo que pague eso. Aunque el nuestro se acerca a conseguirlo. España es así, diferente, cool, elegante antes que segura… Tenemos el sentido común a buen recaudo en Suiza y Andorra, no os preocupéis. Eso sí, el día del Juicio Final España irá sin abogado, por austeridad.

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